
y el verde de los árboles
forma un abanico de tonalidades de luz.
Las nubes desaparecen como por encanto
y sólo de vez en cuando
asoma una nubecilla blanca de algodón.
De noche brillarán las estrellas,
la luna será llena
y el hechizo será mayor al de todos estos días.
Pero no sé yo cómo acoger esta bondad tuya,
este nuevo regalo de tu amor.
Esperas tras la puerta
a que yo salga.
Yo doy vueltas en mi casa sin saber qué hacer
presa de ese algo que no me deja ser feliz.
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