25 de julio de 2008

Meseta


Mi corazón ha enmudecido
al llegar aquí
pero no ha aprendido a silenciarse.
Necesitado de rumbo
se angustia en la tarea
porque no escucha tu voz
ni descubre tus huellas
y tiene miedo de perderse.

Ha olvidado el camino
pero sus ojos no pierden de vista
la Montaña que le atrae.

Se detiene en los charcos
pero su sed anhela
la Fuente que enamora.

Sólo una cosa sabe hacer
este corazón vagabundo:
ESPERA
aprender a amar.

Corazón peregrino.
León, 2004

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