
No temo las sombras de la noche, no
que ellas son mis aliadas.
Temo
esa hora sin sombras
día o noche, todo o nada
esa soledad
esa pesadilla
peor aún, ese sol
que, todo azul, me acompaña
esa oquedad vacía
esa luz fantasma
ese ir siempre ciega
ese ver sin ver nunca
nada
No temo las sombras, no.
Ellas son mis aliadas
que ellas son mis aliadas.
Temo
esa hora sin sombras
día o noche, todo o nada
esa soledad
esa pesadilla
peor aún, ese sol
que, todo azul, me acompaña
esa oquedad vacía
esa luz fantasma
ese ir siempre ciega
ese ver sin ver nunca
nada
No temo las sombras, no.
Ellas son mis aliadas
Caracas, 1980
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