cuando no nombran
y es entonces
mi cuerpo danzando quien habla,
mis manos acariciando la luz...
o la sombra.
No sé qué hacer con las palabras
cuando su ausencia no es silencio
y el cuarto se llena de asombro
por el parloteo del corazón
o el balbuceo de la intuición
intentando colarse en la razón
sin alboroto.
No sé qué hacer con las palabras
cuando no cantan
y se siente morir la vida
entre una sílaba y otra
mientras me azoro en el desconcierto
y deseo más que nunca me quieras
... sin porqués.
No sé qué hacer con las palabras
cuando van más allá de mí misma
y se escapan
descubriendo secretos
alumbrando caminos
haciéndome vulnerable...
No sé qué hacer con las palabras...
cuando estoy contigo.
Caracas, 1996
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