Me dije:
“El silencio,
lo que más deseo en mi vida”.
Y oí al ruido:
“Si no me acoges
te viviré”.
Y supe que habitar el silencio
era la muerte.
Y descubrí que vivir en el ruido
era agonía.
Contigo aprendí a contemplar
en los silencios
tu sonido; en los ruidos
tu silencio.
Desde entonces cobijo a ambos bajo el techo de mi casa
para alumbrar la vida.
“El silencio,
lo que más deseo en mi vida”.
Y oí al ruido:
“Si no me acoges
te viviré”.
Y supe que habitar el silencio
era la muerte.
Y descubrí que vivir en el ruido
era agonía.
Contigo aprendí a contemplar
en los silencios
tu sonido; en los ruidos
tu silencio.
Desde entonces cobijo a ambos bajo el techo de mi casa
para alumbrar la vida.
Caracas, 1996
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